Programa de intervención DBT para trastornos de la conducta alimenticia
El comer emocional es usar la comida para sentirte mejor, comiendo para llenar tus necesidades emocionales y no para llenar tu estómago. El hambre emocional no se puede llenar con comida; aunque comer puede hacerte sentir mejor momentáneamente, las emociones que te llevaron a comer aún permanecen. Además, después de comer, te sientes peor y te culpabilizas por las calorías consumidas innecesariamente.
Te sientes derrotada y sin fuerza de voluntad para controlar tu alimentación y tus sentimientos, y cada vez se te hace más difícil controlar tu peso. Al usar la comida como mecanismo para resolver tus problemas, te quedas atrapada sin solucionar el conflicto real.